Orando las escrituras…

Blog_OrandoLasEscrituras

Hay muchas maneras hermosas de entablar comunicación con Aquél que mora en nosotros y una de esas tantas hermosas maneras que tenemos para entablar comunicación, para percibir su presencia, es el orar las escrituras. El orar las escrituras es algo muy hermoso, porque nos ayuda a calmar nuestro ser, el cual tiene mucho para decir, mucho para pedir, pero muchas veces no sabe orar como conviene.

El orar las escrituras nos da dirección, y nos ayuda a llevar nuestra alma a un estado de quietud (No confundir con pasividad), en el cual nuestro ser se dispone a percibir el inmensurable amor de nuestro Padre. Y ¿cómo se hace? Muy simple, se aparta un tiempo, en el cual se coloca uno en silencio por unos pocos minutos, en un lugar tranquilo, calmado y cómodo, busca estar lo más cómodo posible para que tu cuerpo no se vuelva una distracción.

Luego tomas un pasaje de la escritura, como por ejemplo el Salmo 23, y lo que haces es leerlo lentamente, tan lento como si estuvieras degustando un manjar, pero lees versículo por versículo, y en cada versículo lo que haces es una pausa, y en esa pausa oras lo que acabaste de leer, me explico con un ejemplo del primer versículo:

«El Señor es mi pastor, nada me falta;» Salmos 23:1

Después de leerlo, oras sobre lo que acabas de leer (Esto es tan solo un ejemplo, entre más repitas el ejercicio veras que más provechoso es para tu caminar con Él, y como las palabras simplemente fluyen):

«Así es Padre, tu eres mi Señor y mi Pastor y nada me ha faltado, nada me falta y sé que nada me faltará, tu eres quien me sustenta, quien me alimenta, tu eres quien coloca el techo sobre mi cabeza y la comida en la alacena, tu eres quien me viste, quien me transporta, gracias a ti nada me falta, tu eres mi guía, mi consejo, mi refugio, tu eres mi protector…»

Una de las claves de este ejercicio espiritual es nunca llenar los momentos de silencio con palabras, tomate tu tiempo, entre frase y frase, entre verso y verso, pueden haber tiempos de silencio y son bienvenidos, no los busques forzosamente, estos simplemente se darán, y no te desanimes si tu alma se distrae, si tu mente se distrae con un sonido, con un pensamiento, el todo es que lo sigas intentando, el todo es que sigas teniendo esos tiempos con Él.

¡Dios te bendiga!

Deja una respuesta