En medio de la rutina diaria, de los afanes ocasionales, muchas veces podemos perder de vista las cosas importantes de la vida, algunos se pierden de vista su familia por estar metidos en un celular, una tablet, una computadora o en un libro, aunque podemos estar haciendo cosas nobles y loables, a la final sabemos que nos estamos perdiendo de algo esencial y necesario.
Creo que así puede pasa con el Señor, a veces la realidad de que en El somos, nos movemos y existimos puede ser abrumadora, pero nos perdemos de disfrutar de esta verdad al estar inmersos en actividades varias, incluso en actividades en Su Nombre.
A veces necesitamos tomarnos un respiro, hacer un alto en el camino y contemplar el horizonte, las nubes, nuestro entorno y darnos cuenta de que El lo es todo, y por mucho que hagamos en Su nombre, si lo perdimos de vista a El, no habrá valido la pena nada de lo que hicimos.