El nos creo para brillar, para que con paciencia sigamos sus anhelos eternos, sabiendo que en ocasiones debemos morir para verdaderamente vivir, amando como Dios ama, porque somos la casa de Dios y la puerta del cielo, el sabe que tenemos mucho potencial y por eso sabe que tenemos lo que se requiere para recorrer ese camino de madurez y no aceptar las propuestas bajas y ruines de tierra de muerte.
Porque somos personas en búsqueda de algo mas, de aquel templo que se perdió en el huerto, el templo de Dios, y aunque a veces parezcamos como un insignificante lugar, una vida por la cual muchos no dan nada, la verdad es que somos reyes y sacerdotes, y somos la generación que ha sido llamada a responder al llanto de cielos, porque tenemos sueños de un mejor mañana.
¿Cuál será nuestra respuesta a tan alto llamado?
Extracto del tema Sueños de un mejor mañana, tema final del Tercer Ciclo de El Plan de las Edades.