Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis, llorando y quebrantándome el corazón? Porque listo estoy no sólo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús. Hechos 21:13

Cuantos de nosotros cuando se trata del caminar con Dios, a veces parece que escogemos la ruta mas fácil, muchas veces nos quejamos de cosas tan insignificantes en nuestras vidas, que cuando las ponemos en perspectiva no son la gran cosa realmente.

Cuantos de nosotros no anhelamos dar nuestras vidas por el Señor, pero muchas veces no podemos dar lo mínimo de tiempo y espacio para buscarle, para ministrar a otros, para predicar a otros.

El Espíritu del Señor se mueve en nosotros con poder, y nos da el poder de ser mártires (testigos). Es mi oración que su Espíritu se mueva con cada vez mayor intensidad en cada uno de nosotros, y podamos llegar a decir como Pablo, que estamos dispuestos a morir por el nombre del Señor Jesús.