Una de las palabras más penetrantes que Jesús dice a los que han de ser sus discípulos cuando los llama es Sígueme. No sigas un movimiento, no sigas una idea, no sigas una denominación, no sigas a una mega iglesia, un mega pastor, un profeta, un apóstol, una doctrina, no sigas la guerra espiritual, la intercesión territorial, la adoración instrumental, etc.
Jesús nos pide primero que todo una sola cosa, hermosa, sencilla y profunda: Sígueme. Deja de hacer de los medios el fin, de seguir las cosas de Dios en vez de seguir al Dios de las cosas, pon tus ojos en Jesús y Síguelo a Él.
-Sígueme- Es su llamado
¿Cuál será tu respuesta?