¿Vienes del cielo o vas al cielo?

Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo. Filipenses 3:20

¿Es el cielo nuestro destino o nuestro punto de partida? Muchos pasan toda su vida intentando ganar el cielo en sus fuerzas, aún después de decir que confían en Jesús para su salvación, intentan justificar y ganar su posición por medio del esfuerzo propio.

Realmente el panorama que la Biblia muestra es muy hermoso, no andamos en santidad para llegar a ser santos, andamos en santidad porque ya somos santos, no fingimos ser hijos de Dios para llegar a serlo, partimos de que Él ya nos ha hecho hijos por medio de Jesús, no partimos de guardar nuestro ser para que Dios habite algún día en nosotros, partimos de que ya somos templo de su Espíritu santo y por eso cuidamos nuestro ser.

La verdad es que no buscamos llegar a ser algún día ciudadanos de los cielos, ya somos ciudadanos de los cielos, la ciudadanía no define el destino de una persona, define su origen y nuestro origen es celestial.

Y tú, ¿cual es tu origen? ¿Sigues intentando ser un hijo de Dios, sigues intentando ser santo o partes del hecho de que ya lo eres y lo que haces es vivir a la altura de tu llamado?

Te invitamos a compartir este post con la frase «¡Mi origen es celestial!». También te invitamos a escuchar el tema «La conspiración» donde exploramos mucho más el tema de nuestra identidad.

¡Dios te bendiga!

Deja una respuesta