El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 1 de Corintios 13:4-7

Todos los días Dios nos da la oportunidad de amar como Él ama, todos los días vienen a nuestra vida toda una serie de situaciones: una persona no hace las cosas como esperábamos, una persona no nos sirve la comida que ordenamos, una persona se demora más de lo que esperábamos en alistarse, en darnos algo.

Una persona habla mal de nosotros, una persona nos hiere con sus palabras, una persona nos empuja cuando vamos a montarnos al transporte público, una persona nos cierra con su carro en la calle, una persona nos mira mal, nos enteramos que una persona habló mal de nosotros.

Una persona no nos entiende lo que le queremos decir, una persona nos ultraja, una persona toma lo nuestro sin nuestro consentimiento, una persona que no lo merece es reconocida en el trabajo, una persona tiene más éxito que yo.

Realmente, en un mundo lleno de personas tan imperfectas, que hermosa oportunidad la que tenemos como hijos de Dios de recibir y dar amor, de amar sin condición y perdonar aunque tengamos la razón, no desaproveches tu oportunidad el día de hoy.

¡Dios te Bendiga!