T. Austin Sparks es uno de los escritores y predicadores más impactantes de los últimos 100 años, sus libros, enseñanzas y artículos quedarán para la posteridad como un legado de la supremacía que debe tener Jesús sobre todas las cosas en la iglesia, en medio de una cultura cristiana que toma a Cristo como un objeto aislado y no como el centro mismo sobre el cual todas las cosas convergen, he aquí un extracto del libro “Words of Wisdom and Revelation” (Traducida por Fred Malir en la página http://austin-sparks.net/):
Solo Cristo esta en el centro mismo del foco de las épocas y las eternidades. ¿Qué es lo que el Cielo exclusivamente espera ver y que están mirando? Enfáticamente, solamente a lo que esencialmente es la Persona que es Cristo. ¡Ahora no están mirando a símbolos, figuras, tipos, representaciones, sino a la realidad, la actualidad! ¡No, no miran a la “Iglesia” como algo objetivo! ¡No, no miran al Reino de los Cielos como si fuera un lugar y un objeto de percepción! “La venida del Reino de Dios no es algo que todo el mundo pueda ver. No se va a decir: ‘Aquí esta’, o ‘Alli esta’; porque el reino de Dios ya esta entre ustedes.” (Lucas 17:20,21). Es una falacia pensar y hablar de la Iglesia sin significar a Cristo mismo. ¡No son sujeto y objeto! Son uno. La Iglesia es Su Cuerpo, Su Esposa; ellos son “una carne” (Efesios 5:31).
…Es asimismo una falacia pensar y hablar del Reino del Cielo y no referirse a Cristo Mismo. Son lo mismo. En los Evangelios los dos son presentados juntos. El Mesías es presentado como Rey y también como Reino. La misma naturaleza del Reino corresponde a la del “Hijo del Hombre.” Tanto el Reino, como el Rey, son del Cielo.
…Lo que Dios y el Cielo están mirando y esperando no es algo llamado la Iglesia, ni iglesias locales, como tales. Dios y el Cielo están mirando y esperando a Cristo, en Su naturaleza, Su naturaleza celestial; en espíritu y en verdad; en vida eterna; en conducta y en comportamiento; en virtudes y en carácter; en influencia y en impacto; y en victoria sobre el pecado, Satanás, y el mundo. Muy positivamente no es la localidad en términos de geografía, sino que, como dijo Jesucristo: ”Donde dos o tres están reunidos juntos en (dentro de) mi nombre, allí estoy Yo.” Tal vez dos o tres estén navegando en un barco o volando en un avión y ninguno de estos medios de transporte este en un lugar o localidad fijos. Cristo puede estar en Efeso, o en Laodicea, o en cualquier otro lugar, pero ¡es Cristo mismo quien define la Iglesia, y no el lugar! Cristo puede estar en la congregación, la institución, la denominación, mientras que ninguno de estos—como un total—puedan estar en Cristo. Nosotros buscamos a Cristo. Nos congregamos a Él. Él es la Base; nos congregamos sobre Él.
–Setiembre, 1970
Traducido del Ingles al Español de la pagina 96 del libro “Words of Wisdom and Revelation” por T. Austin-Sparks. (Traducida por Fred Malir)
Así que al decodificar el reino de los cielos encontramos que el reino de los cielos es una persona: Jesús, Él no es tan solo el Rey, Él es el reino, Él lo es todo, no es un objeto para nuestra salvación, no es un objeto para promover nuestra agenda política, Jesús es el centro mismo del universo y la razón misma de todas las cosas, Jesucristo es lo máximo.
¡Dios te Bendiga!
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