Que hermoso, a los discipulos se les da el entender las parabolas del Reino y esto no viene como un don interno de ellos, no es una facultad especial de su mente, no es por lo mucho que saben, a decir verdad son un poco ignorantes de muchos temas, la mayoría de ellos «meros pescadores» que no pertenecen a la elite religiosa de su época.
Pero Jesús les otorga el entender las parabolas, y ¿en qué consiste este entender? en que Jesús mismo se las explica, que hermoso es esto y que profundo, ellos pueden oir y entender, no por su capacidad, pero por que su Maestro se los explica detalladamente, pacientemente, sencillamente.
Lo que logramos entender del Reino de Dios, de las escrituras, y de nuestro caminar espiritual, no es por lo dotados o inteligentes que seamos, pero porque Jesús, nuestro maestro, en su misericordia y a pesar de nuestras faltas se toma el trabajo de explicarnos.
Es por ello que debemos ser humildes y recordar que todo lo que tenemos en nuestro caminar con Dios es gracias a Él y no a nuestra capacidad o falta de ella, debemos morir a todo orgullo y pretensión, y simplemente decir en todas las cosas: ¡gracias a Dios!
— Inspirado en el devocional Tiempo con Dios del 5 de Febrero de 2016, Mateo 13:18-30