Pero Jesús les dijo: “No hay necesidad de que se vayan; denles ustedes de comer.” Entonces ellos dijeron: “No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces.” “Traigan acá los panes y los peces,” les dijo.
Que hermoso, con Dios no se trata de cuanto te falta, se trata de lo que ya tienes, así como con el aceite de la viuda y la vara de Moisés, las palabras de Dios a Moisés resuenan hasta nuestros días: «¿qué tienes en tu mano?».
Todo este pasaje tiene tanta riqueza, Jesús acaba de enterarse de la muerte de su primo Juan y decide retirarse a hacer el debido duelo, pero no puede, la multitud llega y el siente compasión por ellos, y ¿qué hace durante todo el día? estar con al multitud.
Después de todo un día, Jesús no es el que esta cansado y quiere mandar a todos a casa, son sus discípulos, Él ni siquiera ha podido hacer duelo por su primo y no se esta quejando, pero sus discípulos si.
Ellos están preocupados porque se hace tarde y la gente debe ir a suplir sus necesidades, en este caso de alimento físico y Jesús quiere llevarlos a ver algo maravilloso: ellos son la solución a la necesidad de la multitud, Jesús los confronta para que ellos sean quienes suplan la necesidad de la multitud.
Hay multitudes afuera que necesitan del pan de vida que es Jesús, y tu tienes la respuesta en tus manos, no los envies a sus casas sin darles algo, sin escucharlos, sin orar por ellos, sin proveerles si es el caso, Dios ha depositado tanto en ti, no te preocupes por «lo poco que tienes», porque cuando Jesús esta ahí, aún lo poco que tienes, en sus manos, puede alimentar a miles.
-Inspirado en el devocional Tiempo con Dios del 8 de Febrero de 2016, Mateo 14:13-21