«Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos o tierras por Mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.»Que interesante es este pasaje, un pasaje que en su contexto habla de como es muy difícil que los que tiene riquezas entren en el Reino de Dios (Pero lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios nos recuerda Jesús).
Pero es irónico que este pasaje se utilice para ofrecer a las personas bienes materiales, tus 100 casas, tus tierras y demás, claro, si tan solo das la ofrenda adecuada o «pactas con Dios«, convenientemente en las cuentas bancarias de quienes predican tales cosas.
Pero no nos desviemos del tema, lo hermoso de este pasaje, es que es tan profundo, porque habla de la iglesia, en una manera que muchos nunca habían visto, muchos piensan individualmente y como tal piensan que Dios les va a dar casas y tierras para ellos solos, pero eso no esta diciendo el pasaje.
Resulta que cuando tu entras en la familia de la fe, obtienes un beneficio adicional, que todas las posesiones de esta familia, son también tuyas, ¿dónde están tus 100 casas? mira a los miembros de la congregación, ahí tienes 100 casas disponibles donde puedes acudir si algo te pasa.
¿Dónde están tus 100 hermanos? mira de nuevo a los miembros de la comunidad, ahí tienes tus 100 hermanos que te darán un consejo adecuado y apoyo cuando lo necesites, y ahí también encontraras las 100 madres que están dispuestas a consolarte, a darte una palabra de animo o simplemente sostenerte en sus brazos mientras lloras y te desahogas.
Dios nos da todo lo que promete, solo que no lo entrega como la cultura individualista y codiciosa de este mundo (y aún de la farándula cristiana) lo espera, este pasaje es hermoso, siempre que lo leas piensa en tu comunidad, no importa si son 10, 50 o 100, ahí tienes más de una casa, más de un hermano, más de una madre, y ellos te tienen a ti.
Padre que hermoso, llévanos a caminar siempre en este sentido de comunidad, a reconocer las maneras hermosas y preciosas en que tu bendices nuestras vidas por medio de nuestros hermanos y a estar ahí para aquellos que lo necesitan, que nunca olvidemos que no hay nosotros sin otros.
-Inspirado en el devocional Tiempo con Dios del 23 de Febrero de 2016, Mateo 19:23-30