«La boda está preparada, pero los que fueron invitados no eran dignos. Vayan, por tanto, a las salidas de los caminos, e inviten a las bodas a cuantos encuentren….
Pero cuando el rey entró a ver a los invitados, vio allí a uno que no estaba vestido con traje de boda, y le dijo: ‘Amigo, ¿cómo entraste aquí sin traje de boda?’ Pero el hombre se quedó callado. El rey entonces dijo a los sirvientes: ‘Atenle las manos y los pies, y échenlo a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes.’ Porque muchos son llamados, pero pocos son escogidos.”
Que hermoso es como por su gracia y misericordia somos llamados a hacer parte del reino, no es por méritos, no es por lo que nosotros hayamos hecho o dejado de hacer, es por su misericordia que somos llamados a esta hermosa aventura, es un asunto de gracia.
Oh pero que importante es lo que hacemos después de haber sido llamados, que importante es responder a tanta gracia y amor de la manera correcta una vez que somos llamados, que importante es caminar a la altura de tan maravilloso llamado.
Padre, ayúdanos en nuestra debilidad porque muchas veces quedamos cortos de tan alto llamado, únicamente por medio de tu Espíritu obrando en nosotros es que podemos avanzar.
-Inspirado en el devocional Tiempo con Dios del 1 de Marzo de 2016, Mateo 22:1-14