“El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras no pasarán.»Todas las generaciones que nos han precedido al leer este pasaje de Mateo sobre el fin de la era siempre han pensado que serán la generación que verá el regreso de Jesús, y nosotros no somos la excepción clamando junto con el Espíritu: si, ven, señor Jesús.
La iglesia siempre se ha visto perseguida en medio de un imperio y cultura que se levanta en contra del conocimiento de Dios, lo que vemos hoy en día como los males morales de nuestra época no es más que un ciclo de la historia que se repite como pasó en el imperio romano.
Cuan importante es que la iglesia se levante con la palabra de Jesús, que podamos apreciar sus palabras, tanto la palabra escrita, hermosa, preciosa e inspirada, como lo que Jesús sigue hablando y que concuerda con el mensaje escrito de nuestras biblias.
Y cuan importante es no solo conocer su palabra pero aplicarla, vivirla, somos libros abiertos leídos por todos los hombres, actuemos con la coherencia que se merece.
Llevemos la palabra con la altura, el honor y la reverencia con que la han llevado los mártires de la historia, sin hacer concesiones, sin adaptarla a la cultura caída de este mundo, llevemosla con la responsabilidad que se merece, así nos cueste lagrimas y la vida misma, como le ha costado a miles antes de nosotros.
-Inspirado en el devocional Tiempo con Dios del 11 de Marzo de 2016, Mateo 24:29-35: