La muralla fue terminada el veinticinco del mes de Elul, en cincuenta y dos días. Y aconteció que cuando se enteraron todos nuestros enemigos y lo vieron todas las naciones que estaban alrededor nuestro, desfalleció su ánimo; porque reconocieron que esta obra había sido hecha con la ayuda de nuestro Dios. También en aquellos días iban muchas cartas de los nobles de Judá a Tobías, y de Tobías venían cartas a ellos. Porque muchos en Judá estaban unidos a él bajo juramento porque él era yerno de Secanías, hijo de Ara, y su hijo Johanán se había casado con la hija de Mesulam, hijo de Berequías. Además, hablaban de sus buenas obras en mi presencia y a él le informaban de mis palabras. Y Tobías me enviaba cartas para atemorizarme.
Aconteció que cuando la muralla fue reedificada y había yo asentado las puertas y habían sido designados los porteros, los cantores y los levitas, puse al frente de Jerusalén a mi hermano Hananí y a Hananías, comandante de la fortaleza, porque éste era hombre fiel y temeroso de Dios más que muchos; y les dije: No se abrirán las puertas de Jerusalén hasta que caliente el sol; y estando todavía los porteros en sus puestos, se cerrarán y atrancarán las puertas. Designad también guardias de los habitantes de Jerusalén, unos en su puesto de guardia, y otros delante de su casa. Y la ciudad era espaciosa y grande, pero el pueblo dentro de ella era poco y no había casas reedificadas. Nehemías 6:15-74
«porque reconocieron que esta obra había sido hecha con la ayuda de nuestro Dios», la gloria siempre es de Dios, todo es por Él y para Él, los hombres caemos muchas veces en idolatrar los métodos, creemos que es gracias a la oración, a la alabanza, a lo que llamamos adoración, a nuestra obediencia, a nuestro conocimiento, a nuestros ayunos y vigilias y nos olvidamos que NO somos nosotros, no es nuestra oración, obediencia, ayunos, vigilias y métodos, es DIOS, no es por obras para que nadie se glorié, es gracias a Dios que hacemos todas esas cosas y es Él quien en su misericordia actúa.
No gracias a lo que hacemos, sino a pesar de lo imperfecto de lo que hacemos, a pesar de que no sabemos orar, no sabemos ayunar ni vigilar como deberíamos, Él se mueve a pesar de nosotros mismos, los hombres de Dios necesitamos hoy más que nunca levantarnos por encima de los métodos, sin dejar de orar, ayunar y vigilar, pero haciendo todo esto con un corazón humilde, reconociendo que no es gracias a nosotros que las cosas suceden, sino gracias al maravilloso Padre Misericordioso que tenemos.
«puse al frente de Jerusalén a mi hermano Hananí y a Hananías, comandante de la fortaleza, porque éste era hombre fiel y temeroso de Dios más que muchos» ¿Qué dicen tus familiares de ti? ¿reconocen en ti un hombre fiel y temeroso de Dios? los que más duro nos tratan muchas veces son los más cercanos a nosotros, porque son los que nos conocen en todas las situaciones, nos han visto tanto felices como airados, pero esto es hermoso porque nos lleva a subir los niveles de justicia, a ser más y más como Jesús, que Él sea formado en nosotros y ser íntegros.
«Designad también guardias de los habitantes de Jerusalén, unos en su puesto de guardia, y otros delante de su casa.» Cuan importante es guardar nuestro propio hogar, ser guardianes de nuestra casa, muchas veces nos queda fácil interceder por otros, ir a las reuniones de la congregación y hacer muchas cosas y al hacerlo descuidar nuestro hogar, debemos hacer lo uno sin dejar de hacer lo otro.
Debemos levantarnos por nuestras casas, para fortalecer los niveles de justicia en nuestro hogar, al hacerlo tendremos congregaciones más fuertes, llenas de hogares coherentes, que buscan caminar de gloria en gloria y de victoria en victoria cada día para la gloria de Dios, así nos cueste lagrimas y la vida misma, muriendo a todo orgullo y pretensión.