La amabilidad y cortesía deberían ser las marcas de todos los cristianos, a veces nos concentramos tanto en ser amables con los de afuera, que podemos pasar por encima de aquellos que están dentro de la iglesia, ¿por qué algunos pueden ser amables con un pastor pero rudos con un servidor, un maestro de iglesia infantil o alguien más de la congregación?