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Gracias a Él…

Que hermoso, a los discipulos se les da el entender las parabolas del Reino y esto no viene como un don interno de ellos, no es una facultad especial de su mente, no es por lo mucho que saben, a decir verdad son un poco ignorantes de muchos temas, la mayoría de ellos «meros pescadores» que no pertenecen a la elite religiosa de su época. Pero Jesús les otorga el entender las parabolas, y ¿en qué consiste este entender? en que Jesús mismo se las explica, que hermoso es esto y que profundo, ellos pueden oir y entender, no por …

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Quiero ser de los que ven…

Que fácil es perder de vista a Jesús, los judíos habían esperado durante siglos al Mesías, todos los sábados iban a la sinagoga, leían las escrituras, las profecías al respecto, cantaban los salmos, y anhelaban de generación a generación el momento en que llegará aquel que los libertaria de sus pecados.   Pero cuando Jesús llega, no lo ven, cuando habla no lo escuchan, aunque salen a escucharlo y le siguen a donde quiera que vaya, aún los fariseos que tanto problema le ponen, no hacen sino seguirlo a donde quiera que vaya. Pero no oyen.   Así pasa con …

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La Voluntad de nuestro Padre…

«Éstos son mi madre y mis hermanos, pues todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.» Que hermosa es la iglesia, la comunidad de los hijos del Rey, lo que nos une es el anhelo de nuestro ser de hacer la voluntad de nuestro Padre que esta en los cielos, un hijo por naturaleza quiere complacer a sus padres. De la misma manera, nosotros queremos complacer a nuestro Padre celestial, nuestro servicio a Él se basa en su paternidad, no tenemos un amo por Dios, …

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Un llamado a la coherencia…

Jesús ataca el problema de la incoherencia, ¿cómo puede un buen árbol producir malos frutos? es tal la indignación de Jesús que termina llamando a los fariseos «generación de víboras» por su falta de coherencia.   Debe haber coherencia entre nuestro hablar y nuestro actuar. Nuestros hechos deben ir de acuerdo con nuestras palabras, pero muchas veces no es así, ni siquiera en cosas tan sencillas como la alabanza.   ¿Cuantas veces cantamos de arrodillarnos delante del Señor, mientras estamos de pie? ¿o cantamos de humillarnos mientras estamos de pie y cruzados de brazos?, algo debe cambiar, la coherencia debe …

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