La tentación es cosa seria y Dios promete que no seremos probados/tentados más allá de lo que podamos resistir, lo que quiere decir que ninguna tentación tiene el poder de derrotarnos más allá del que nosotros podamos darle y es por esto que la batalla con la tentación se gana o pierde en la mente.
Es en la mente donde se crean los argumentos que me llevan a aceptar la tentación y consumarla entrando en pecado. he aquí 10 argumentos, «peros», comunes con los que nuestra mente nos lleva a ceder a la tentación y pecar, cuando estés pensando en alguno de estos es una señal de alarma:
#1 Pero todos lo hacen.
#2 Pero es la última vez que lo hago.
#3 Pero no le estoy haciendo daño a nadie.
#4 Pero Dios sabe que soy débil en esa área.
#5 Pero es que me hace feliz.
#6 Pero igual Dios me perdona.
#7 ¿Pero dónde dice que es pecado?
#8 Pero nadie se va a enterar.
#9 Pero igual Dios me sigue usando.
#10 ¿Pero qué tiene de malo?
¿Y a ti se te ocurre alguna otra? ¡Déjala en los comentarios en la parte inferior de la página!
¡Dios te Bendiga!