¡Mi experiencia como mamá! -Att: Papá

«¡Mi experiencia como mamá!» -Att: Papá

Han sido dos semanas muy interesantes, por decirlo de alguna manera, mi esposa ha estado guardando reposo por causa de una aflicción en la rodilla, para asegurar su completa recuperación la doctora le mando reposo y solo moverse lo necesario por lo cual yo asumí las labores de hogar, el cuidado de mi esposa y el cuidado de los niños, tenemos tres hermosos pequeños, nuestra hija mayor, Krístal, de 5 años, Joshua de 2 años y medio y  Abby de 7 meses.

Debo decir que han sido las dos semanas más agotadoras y al mismo tiempo más gratificantes de mi vida, alistada de desayunos, almuerzos y comidas, asegurarse de que los niños coman, solucionar discusiones entre hermanos, que no quieren compartir un juguete, que «yo lo tome primero», recoger el desorden de los chicos, cambiada de pañales, bañar a los niños, alistar ropa, cambiarlos, cepillarles los dientes, darles de comer a los dos más pequeños.

Por otro lado están las sonrisas, las risas, los juegos, ver a tus hijos sonreír es algo que no puede ser descrito, Krístal, la mayor, es una mujercita hermosa, ¡una ayuda invaluable!. Tener a los más grandecitos durmiendo a tu lado después de agotar todas sus reservas de energía y a la más chiquita, Abby, dormida encima tuyo después de haberle dado de comer es hermoso. Los ojitos de ternura con que te miran cuando necesitan ayuda con algo, la voz de los chiquitos al decirte «papi» y la tierna mirada de tu esposa y su sonrisa al verte en esta aventura, no tiene precio.

Pensar en todo lo que madres y padres hacen por sus hijos y al mismo tiempo pensar en todos aquellos jóvenes y adultos que no aprecian a sus padres, que los tratan mal, los ven como una carga, les gritan, los ignoran o simplemente les hacen mala cara con una actitud total de desagradecimiento, no caen en cuenta de que el hecho de que estén vivos, es porque alguien en algún momento de su vida los cuido, los baño, los llevo al médico, les controlo la fiebre, estuvo orando por ellos, los acompaño cuando se despertaron a la mitad de la noche con pesadillas, los abrazo y atendió cuando en medio de un juego se cayeron al suelo.

Pero al crecer, como no conservamos estos recuerdos, los olvidamos  y vemos a nuestros padres a veces como tiranos, como caprichosos, como obstinados y los tratamos con dureza, con frialdad, como si nosotros les estuviéramos haciendo un favor a ellos, no queremos que se metan en nuestras vidas, pero si queremos que paguen las cuentas, el internet que utilizo, el celular, la ropa, zapatos y demás gadgets, pero eso si, mi mamá es una intensa por no dejarme salir con mis amigos, pero es la mejor cuando me compra lo que quiero, en Colombia tenemos una expresión para personas así: se portan como unos «desgraciados».

Hace un par de días pensaba en todo esto, meditaba en ello y no podía sino admirarme de mi esposa, es una mujer espectacular, no sé de dónde saca energías para todos, como hace con el homeschool de nuestra hija mayor mientras vive el proceso de crecimiento de los más pequeños y encima de todo ello ¡saca fuerzas, paciencia y energías para aguantarme a mí, con mis caprichos, mis resabios y mis pataletas!

Realmente la admiro mucho y no puedo sino admirar también a todas aquellas madres y padres que por circunstancias de la vida les ha tocado levantar un hogar sin su conyugue, realmente son ejemplares; por otro lado mis ojos se llenan de lágrimas al pensar en todos aquellos hijos e hijas que al crecer se olvidan de sus padres, no agradecen lo que tienen pero viven quejándose de lo que no tienen, realmente dan lastima.

Espero este post te haya inspirado un poco, busca a tu mamá, tu papá o aquellas personas que te criaron si aún viven, dales las gracias, dales un abrazo, un mensaje, o una llamada, recuerda que algun día alguien te alimento cuando no podias hacerlo solo, alguien te cambio el pañal, te cepillo los dientes, te cuido una fiebre y te ayudo a sobrevivir, eso en si mismo, a pesar de todo lo demás que puedas considerar malo, ya es una razón suficiente para estar agradecido.

Y por último para mi hermosa esposa:

¡Eres una mujer ejemplar mi amada, eres invaluable!

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